Las tecnologías cuánticas tienen el potencial de transformar muchos aspectos de la tecnología, la ciencia y la sociedad que pueden cambiar la forma en cómo vivimos y trabajamos en un futuro próximo.
Constituyen un conjunto de tecnologías que se rigen por las leyes de la mecánica cuántica. Una de las áreas más destacadas es la computación cuántica. Esta se basa en los principios de la superposición de la materia y el entrelazamiento cuántico para desarrollar una computación distinta a la tradicional, totalmente disruptiva, capaz de realizar multitud de operaciones simultáneas y eliminar el efecto túnel que afecta a la programación actual a escala nanométrica. Esta nueva generación de superordenadores aprovecha el conocimiento de la mecánica cuántica (partículas atómicas y subatómicas) para superar las limitaciones de la informática actual.
También, en el ámbito de las comunicaciones, las redes cuánticas tienen una clara aplicación en ciberseguridad, gracias a los avances en encriptación de datos, como el nuevo sistema Quantum Key Distribution (QKD) para el envío de información sensible, que utiliza señales luminosas para detectar cualquier intromisión en el sistema.
En cuanto a dispositivos se refiere, los sensores cuánticos aprovechan los principios cuánticos para medir fenómenos con gran precisión, como son la detección de ondas gravitatorias o campos magnéticos.
Desde secpho se ha impulsado un proyecto bajo la disciplina de las tecnologías cuánticas. El Desarrollo de fuentes de entropía cuántica para aplicaciones criptográficas en entornes industriales y IoT (QUICK), ha permitido mejorar la seguridad cibernética para las empresas de sectores industriales y de tecnologías de la información.
Proyectos que son una realidad: conoce nuestros casos de éxito
En la última década ha crecido el interés por tratar de explotar los fenómenos cuánticos para aumentar el rendimiento de una amplia variedad de dispositivos clásicos de procesamiento de la información.
Otras aplicaciones de esta tecnología las encontramos en el sector farmacéutico y en la investigación de nuevos materiales, mediante simulaciones cuánticas de molécula y materiales, difícilmente de simular con ordenadores clásicos.
La revolución cuántica ya ha empezado y aunque en este momento es difícil imaginar cómo el desarrollo de estas tecnologías alterará nuestra vida cotidiana a medio plazo, no hay duda que en el futuro próximo tendremos cámaras cuánticas, relojes cuánticos, redes de comunicación cuánticas aseguradas por la distribución de claves cuánticas… Una lista que no hace más que crecer.