Garantizar la seguridad alimentaria es uno de los mayores retos mundiales en la actualidad y las tecnologías profundas se han adoptado como elemento clave en el sector alimentario para hacer frente a sus principales desafíos.
Garantizar la seguridad alimentaria (disponer de la cantidad suficiente de alimentos seguros y nutritivos) es uno de los mayores retos mundiales de hoy en día, ya que está relacionado con las principales tendencias mundiales en este sector, que influyen en la seguridad alimentaria y determinarán su futuro desarrollo. Estas son: la demografía, la escasez de recursos naturales, el cambio climático y el desperdicio de alimentos.
Debido a su complejidad y urgencia, estos retos requieren una colaboración intersectorial entre las deep tech, el envasado y la agroalimentación. En este contexto, las deep tech son un elemento clave para la seguridad alimentaria, ya que pueden hacer frente a grandes retos como el impacto medioambiental y la pérdida de biodiversidad, la optimización de los alimentos, así como su calidad y seguridad.
Proyectos que son una realidad: conoce nuestros casos de éxito
Las deep tech han cambiado las reglas del juego en las industrias de la alimentación y el envasado, ya que pueden ayudar en su constante adaptación hacia un desarrollo más sostenible.
Esto implica la incorporación de elementos de monitorización como cámaras avanzadas; sensores térmicos, hiperespectrales o espaciales; robótica y drones, todo ello combinado habitualmente con tecnologías como la visión artificial o el aprendizaje profundo.
Las tecnologías que permiten un envasado sostenible desempeñan un papel importante en la economía circular: optimizando los recursos, reduciendo los residuos y ampliando el valor de los productos. La espectroscopía NIR o la termografía son extremadamente útiles durante el procesamiento y el envasado de alimentos.