Se trata del proyecto BILASURF, en el que secpho participa junto a sus socios CEIT y AIMEN y un consorcio europeo con entidades de Alemania, Francia, Lituania y Austria para desarrollar e integrar un proceso de funcionalización láser de superficies 3D complejas más eficiente y sostenible.
La funcionalización de superficies está presente en una amplia gama de sectores, mejorando el rendimiento de múltiples componentes y sistemas. Sin embargo, su aplicación en piezas industriales complejas comporta diversos desafíos ligados a su producción, integración y su impacto en el medio ambiente. Unos contratiempos que Bilasurf y sus partners tratarán de superar.
Reducción de la fricción
El objetivo de este plan es desarrollar e integrar un proceso para la funcionalización láser de alta velocidad de superficies 3D complejas utilizando riblets bioinspirados diseñados a medida para reducir la fricción y mejorar la huella ambiental de las piezas industriales, asegurando un alto rendimiento con la ayuda de capacidades de monitoreo en línea. Es decir, se busca crear un proceso que permita a piezas de tamaños medios y grandes, y formas complejas de tres dimensiones, incrementar su rendimiento mediante la reducción de la fricción superficial.
Los demostradores seleccionados para la iniciativa son turbinas de energía hidroeléctrica y ventiladores industriales. Se diseñarán microestructuras inspiradas en superficies biológicas como la piel de tiburón, que han demostrado sobradamente su capacidad para reducir el rozamiento.
El consorcio de Bilasurf desarrollará un prototipo en forma de sistema integrado que incluirá el proceso láser, un sistema de manipulación de las piezas a texturizar, así como el nuevo sistema de monitorización en tiempo real.
Demostradores
A partir de ese prototipo, se construirán dos demostradores finales. Por un lado se texturizará una turbina de hidrogeneración a escala, y se probará su rendimiento de acuerdo a las normas internacionales. Por otro lado, también se texturizará un molde con el que se fabrican ventiladores industriales. Estos se probarán para medir su consumo energético y el ruido que emiten al medio.
Una vez finalice el proyecto en 2025, y si se consigue extender a los diferentes sectores industriales, la iniciativa pretende tener un gran impacto gracias a su capacidad de reducción del consumo energético, de incremento en el rendimiento de generación -en el caso de turbinas y elementos similares-, y en la reducción de residuos ya que se trata de un proceso de fabricación limpio.