Los sistemas espaciales con diseños de alta fiabilidad, largos ciclos y alto coste están dejando paso a modelos más flexibles, con tiempos de comercialización reducidos, tasa de reposición elevada y costes de producción que serían impensables hace pocos años.
“New space” o también “Space Industry 4.0” se refiere a la reciente comercialización del mercado espacial. Tradicionalmente el Estado tenía el monopolio del sector, con programas institucionales que solo presentaban componentes comerciales aguas abajo pero actualmente, los actores privados desempeñan un papel cada vez más importante con iniciativas de inversión privada y una clara vocación de rentabilidad comercial.
El sector está cambiando gracias a los nuevos lanzadores, y a empresas que están desarrollando nuevos sistemas que permiten reducir significativamente los costes de lanzamiento. A nivel de aplicaciones, tenemos el creciente negocio de observación de la Tierra, que gracias a los satélites de bajo coste que proveen imágenes de alta calidad puede ofrecer servicios como el seguimiento de incidentes meteorológicos, control de cultivos o rebaños situados en lugares de difícil acceso, además del análisis de la contaminación atmosférica o la capacidad de los embalses.
Proyectos que son una realidad: conoce nuestros casos de éxito
La mayor parte de la tecnología espacial puede servir tanto para objetivos civiles como militares, contribuyendo a un modelo de defensa innovador y competitivo. Las deep tech pueden hacer frente a los nuevos retos relacionados con la seguridad y la privacidad, el rendimiento de los datos y el consumo de energía, por lo que se consideran tecnologías clave que hacen avanzar e innovar a la industria espacial y de satélites.
Por otra parte, el sector de las comunicaciones por satélite se beneficiará del despliegue de constelaciones en órbitas medias y bajas, que supondrán la mejora de la conectividad, de la mano del 5G y del IoT. Estos nanosatélites, en un futuro podrían llegar a sustituir los servicios ofrecidos hasta hoy por los grandes satélites geoestacionarios, abaratando el coste del ancho de banda. Además, la ciberseguridad en el “new space” puede lograrse mediante técnicas criptográficas cuánticas que aseguren la comunicación óptica.
La seguridad forma parte integrante de la política espacial europea. Los sistemas basados en el espacio son fundamentales para garantizar la seguridad en la Tierra (seguridad desde el espacio) y, pero al mismo tiempo, estas infraestucturas deben ser protegidas en el difícil entorno del espacio exterior (seguridad del espacio).