TRY FIRST
Demostrador de lentes progresivas para validar anticipadamente e in situ el confort de visión de un usuario.
Según diversos estudios, más del 80% de las personas mayores de 55 años padece presbicia, una afectación de la vista relacionada con el envejecimiento del cristalino cuya manifestación comienza alrededor de los 40 años y que típicamente dificulta la visión de cerca.
En este contexto, surge el proyecto TRY FIRST, liderado por 2EyesVision, INDO y Limbak y coordinado por secpho, que propone una solución eficaz para reducir los problemas de adaptación de los usuarios y su consecuente rechazo de la gafa adquirida. El dispositivo desarrollado permite al usuario observar su entorno a través de varios modelos de lentes oftálmicas progresivas para identificar el diseño que le es más cómodo antes de su compra.
La iniciativa ha recibido financiación del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo y de la Unión Europea-Next Generation EU, dentro del programa de apoyo a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras, cuyo objetivo es digitalizar la industria.
Un 5% de la población que accede a las lentes progresivas tiene problemas de adaptación y padece una visión incómoda dado que la lente no se ajusta correctamente a su manera de mirar.
A medida que una persona envejece, los ojos van perdiendo la capacidad de enfocar objetos cercanos, limitando la visión clara a distancias medias y lejanas y dificultando la lectura y otras tareas de visión cercana. Estudios poblacionales indican que el 80% de los españoles se ven afectados por esta condición conocida como presbicia o vista cansada, un proceso de envejecimiento normal que comienza a manifestarse alrededor de los 40 años.
La solución a la presbicia pasa por la cirugía, el uso de lentes de contacto multifocales o el uso de lentes oftálmicas, siendo esta última la solución más aceptada por el mercado debido a la calidad visual que proporciona y su uso no invasivo. De todas las lentes, la más ventajosa por varios factores como la comodidad, la estética y la funcionalidad, son las lentes progresivas, que permiten al usuario tener una buena visión a diferentes distancias con una misma gafa.
Sin embargo, las lentes oftálmicas progresivas necesitan en algunos casos de un proceso de adaptación a su uso. Al implementar una potencia variable a lo largo de las diferentes zonas de la lente, existe una limitación geométrica que provoca la aparición de aberraciones visuales que hacen que el usuario no vea nítidamente a través de toda la superficie de la lente. Este hecho hace que alrededor de un 5% de la población que accede a las lentes progresivas tenga problemas de adaptación y padezca una visión incómoda dado que la lente no se ajusta correctamente a su manera de mirar. Por ejemplo, algunas de las molestias que esta falta de adaptación provoca son dolor de cabeza, vértigo, dificultad para bajar o subir escaleras o la visión borrosa sobre todo en zonas marginales.
TRY FIRST, propone una solución eficaz para reducir los problemas de adaptación de los usuarios y su consecuente rechazo de la gafa adquirida.
Prototipo binocular en banco óptico del proyecto TRY FIRST
Durante el proyecto se ha desarrollado un primer prototipo binocular en banco óptico que permite al usuario observar su entorno a través de distintos modelos de lentes progresivas ya creadas, probando diferentes distancias para encontrar el diseño que le es más cómodo. Asimismo, se ha avanzado en el diseño de una óptica más avanzada que permita mejorar las prestaciones del dispositivo para ajustarlas a las necesidades de los usuarios finales. El dispositivo final estará controlado por una aplicación conectada a un servidor para la recogida y trato de datos, así como también conectará con el fabricante para que produzca las lentes y las envíe al centro optométrico.
Más allá de la transmisión y el tratamiento de los datos del paciente, el objetivo del proyecto es beneficiar a toda la cadena de valor, desde la reducción de sobrecostes evitando que el fabricante deba producir unas nuevas lentes cuando las diseñadas no se adaptan correctamente al paciente, a la reducción de la generación de residuos y la poca sostenibilidad que ello supone, así como también la mejora de la experiencia del cliente, pues algunos clínicos no ofrecen esta solución por la problemática que supone.